lunes, 12 de marzo de 2012

Analfabeta

(Casa rústica, muebles de pino, butacones y cortinas color verde musgo, reina la penumbra. De pronto aparece una niña, envuelta en brillos y joyas, parece disfrazada. Se mira en un espejo.)
-¡Pero si me queda perfecto! Vaya tonterías dice mamá. ¿Cómo no me va a valer? Los tacones me valen, son de mi número. Demasiado brillosos, pero bueno, para practicar para andar con ellos, sirven. Que alta. Que piernas me hacen. ¡Qué ilusión! Ahora puede que aparente...hasta quince años. Sí, yo creo que los chicos podrían pensar que tengo ya quince años. El vestido me queda un poco largo, y los tirantes son demasiado grandes...Pero lo puedo meter. Sí, lo cortaré y lo volveré a coser, total, mamá ya no se lo pone, supongo que no le importará. El escote es tan bonito...Y tan pronunciado...Debería ponerme mas relleno. Así de perfil vale, pero de frente...Parezco una tabla. ¡Creced estúpidas! Nadie se va a fijar en mí so seguís así de pequeñas. A ver si metiendo un par de calcetines más...Eso es. Esto ya es otra cosa. ¡Perfecto! Y las pulseras...¿Quizás llevo demasiadas? Brillan mucho también, pero bueno, así irán a juego con los zapatos. Seguro que llaman más la atención. Y los collares dirigirán todas las miradas al escote. Perfecto. Y los pendientes me hacen parecer más mayor.
¡Y decía mamá que soy demasiado pequeña para llevar maquillaje! A lo mejor me he pasado un poquito...Tendré que practicar. Empezaré a maquillarme todos los días. Así estaré más guapa todos los días. Con esta sombre de ojos verdes podría decirse que mis ojos son verdes, sí. Y los labios más gordos. ¿Qué era esto? Gloss. Éste me lo quedo. Ya se comprará mamá otro cuando lo eche en falta.
(Continúa atusandose el pelo, los complementos, de pronto se para en seco y mira al frente, a algo que no es visible).
-¡Ah, abuelo, estás ahí! ¿Has visto? ¿Qué te parece? ¿Estoy guapa? He cogido prestada ropa de mamá. Pero me queda bien, ¿verdad? Me lo quiero poner para ir a dar un paseo por aquí por el pueblo, en la romería, para que va la gente mas arreglada. Seguro que llamo la atención así. Todo el mundo se va a fijar en mí. ¿Qué dices? ¿Que por qué quiero que se fijen en mí? Abuelo, ¡pues porque quiero un novio! Quiero ir más guapa que las otras chicas, y que los chicos se fijen en mí y quieran salir conmigo. Gustarle a todos, y así poder elegir al que sea más guapo. ¡Es que me aburro con las niñas de mi edad! No hacen más que jugar a las muñecas, comer chuches...¡Dan paseos por la plaza cogidas del brazo! ¿Cómo me voy a divertir haciendo eso? Yo quiero un novio mayor, que me saque del pueblo, que me lleve al cine, a la ciudad, a restaurantes, que me compre ropa de las tiendas de allí, que siempre es más bonita, y que me compre ramos de flores y cosas bonitas. Que la gente nos mire y nos envidie. Quiero salir de este pueblo. No quiero acabar como mamá, aquí metida toda la vida. ¡Quiero divertirme! ¡Quiero ir a la ciudad! ¡Ay, no, no pongas esa cara! No et enfades conmigo. Tienes que entenderme. Esta casa tan vieja, el trabajo en el campo, la ropa, tan llena de barro siempre y de matojillos. Esto no es para mí. ¡Pero no te vayas! No me des la espalda así. ¡Vendré a verte! Porque mi novio tendrá coche, uno muy bonito, y me traerá a comer, todos los domingos.
-¿Qué? No, no queda tanto abuelo. Ya soy mayor, ya tengo casi once años.

2 comentarios:

  1. Leer tu monólogo me ha hecho recordar mi primer año de instituto en el que algunas de mis compañeras ya se creían mayores y, además, intentaban aparentarlo. Tenían novio, se maquillaban, salían hasta tarde e intentaban "llevarte al lado oscuro" a ti también. Por aquel entonces, eso era lo "guay" pero ahora te das cuenta de que no es "guay", de que ya habrá tiempo para todo eso.
    Y creo que lo resumes muy bien en la última frase del monólogo, la niña empeñada en que es mayor y el abuelo intentando hacerle ver que no... ¡Sabio el abuelo!

    ResponderEliminar